El tabaquismo es uno de los principales factores de riesgo para sufrir un infarto de corazón o un accidente cerebrovascular (ACV).
De acuerdo con datos del Ministerio de Salud de la Nación, el consumo de tabaco ha disminuido en los últimos años en Argentina, aunque sigue siendo una problemática importante. Mientras que en 2005 fumaba el 29,7% de la población, en 2018 ese porcentaje bajó al 22,2%.
Si bien se trata de una disminución significativa, aún queda mucho por hacer para lograr una sociedad libre de tabaco.
Según datos del estudio epidemiológico EstEPA, el tabaco se asocia al 12% de los casos de ACV. Además, el tabaquismo contribuye al desarrollo de otros factores de riesgo para el ACV, como la hipertensión arterial, la diabetes y la enfermedad coronaria.
Dejar de fumar reduce las posibilidades de sufrir un infarto de corazón y un accidente cerebrovascular (ACV), así como de padecer enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o cáncer.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco es responsable del 10% de los casos de ACV en todo el mundo.
Se estima que deben pasar 5 años desde que el paciente dejó de fumar para que el tabaquismo deje de ser un factor de riesgo para la enfermedad pulmonar u oncológica.
Es posible que si buscás dejar de fumar necesites ayuda para enfrentar el deseo de nicotina del organismo. En este proceso pueden ser útiles los chicles, los parches o pastillas que se venden sin receta médica. También hay medicamentos que se venden bajo receta que pueden ser de ayuda.
Otras cosas que pueden facilitar el dejar de fumar son:
*Evitar los factores desencadenantes que generan deseo de fumar.
*Retrasar el deseo de fumar cuando surge.
*Masticar algo.
*No fumar «solo uno»: no hay que fumar ninguno.
*Realizar actividad física.
*Practicar técnicas de relajación.
*Pedir ayuda y contención a amigos o familiares.
*Recordar los beneficios de dejar de fumar.
El estudio poblacional SIFHON 2 indica que la tasa de tabaquismo activo en la población general es del 14%. Pero el tabaquismo no afecta solo tu salud, sino también la de tus allegados y seres queridos. El humo del tabaco contiene más de 7.000 sustancias químicas y estar expuestos de forma pasiva a él también aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cáncer.
Fuente: Fleni