Los controles médicos son de suma importancia en cada etapa de la vida ya que permiten identificar factores de riesgo y diagnosticar enfermedades en su fase inicial o antes de que comiencen los síntomas.
Se recomienda realizar un control de prevención una vez al año o cada dos años, aunque la regularidad está sujeta a la edad y factores de riesgo del paciente.
Todos debemos realizarnos un chequeo preventivo, personas sanas o que cuentan con factores de riesgo como antecedentes familiares de problemas cardiovasculares, colesterol alto o cáncer. También se incluyen a pacientes con estilos de vida que predisponen los factores de riesgo. (fumadores, personas sedentarias y quienes llevan una dieta inadecuada).
La medicina preventiva no está enfocada a pacientes con enfermedades crónicas ya que esos casos deben estar controlados por un médico especialista en dichas patologías, y los estudios están supeditados a su condición individual.
Los exámenes que están incluidos en un control son generalmente:
- Laboratorio completo
- Electrocardiograma
- Ergometría
- Radiografía de Tórax
- Ecografía Abdominal
- Examen Clínico (control de la tensión arterial, talla y peso)
Además de los estudios mencionados, en hombres mayores de 40 años o menores pero con antecedentes de enfermedad o factores de riesgo, se agregan:
- Electrocardiograma de esfuerzo
- Antígeno prostático específico (hombres)
- Evaluación urológica.
En mujeres mayores de 40 años, a los estudios mencionados se suman:
- Mamografía
- Papanicolau
- Colposcopía
Además los factores de riesgo por los que debemos controlarnos con mayor rigurosidad son:
- Sobrepeso
- Tabaquismo
- Niveles de colesterol elevados
- Sedentarismo
- Hipertensión arterial
- Estados de pre diabetes o diabetes.
La detección de factores de riesgo que favorecen el desarrollo de patologías y el diagnóstico precoz de enfermedades permite un tratamiento adecuado y, por lo tanto, un mejor pronóstico a largo plazo.