El cardiólogo Alejandro Meretta (MN 65.971) subrayó la centralidad del corazón en el funcionamiento humano y llamó a extremar los cuidados frente a las enfermedades cardiovasculares, al destacar que aunque otros órganos estén en condiciones óptimas, la verdadera clave de la salud se encuentra en el músculo cardíaco. Estas declaraciones fueron realizadas en diálogo con Infobae.
Meretta aseguró que “si el corazón no funciona, no importa que el resto del cuerpo esté sano” y profundizó sobre la filosofía detrás del Día Mundial del Corazón, que se celebró el 29 de septiembre, al explicar que el esfuerzo por concientizar sobre la prevención, el tratamiento y las pautas de alarma debe ser global, tal y como impulsa la Federación Mundial del Corazón. El especialista enfatizó: “Lo primero que hace el ser humano es negar. Como son silenciosas estas enfermedades, suele haber un abandono del tratamiento”.
Meretta instó a identificar síntomas de alarma a tiempo: “La molestia retroesternal, la sensación de pesadez y los dolores referidos —que pueden confundirse con dolor en el brazo e incluso de muelas— deben tomarse muy en serio. Cuando ese dolor impide respirar bien, hay que consultar de inmediato”. También advirtió sobre la prevalencia de las enfermedades cardiovasculares a edades cada vez más tempranas: “La enfermedad cardiovascular comienza en las primeras dos décadas de la vida. Depende de la carga genética, la alimentación y el ejercicio”, enfatizó.
El especialista recomendó controles regulares aun en personas asintomáticas, especialmente a partir de los 45 años en varones y una década después en mujeres. “Lo mejor es detectarla antes de que se manifieste”, sostuvo. Añadió que actualmente se sugiere un chequeo de colesterol desde edades tempranas y destacó la importancia del conocimiento familiar sobre antecedentes cardíacos.
“Lo peor para el corazón es el cigarrillo, la hipertensión y la mala alimentación”, afirmó Meretta al identificar los principales enemigos de la salud cardíaca. Señaló que el consumo de alimentos procesados y ricos en sal impacta directamente en la presión arterial y sugirió controlar la presión regularmente. El médico también advirtió sobre el pensamiento mágico en los tratamientos: “Hay quienes creen que tomar una medicación soluciona todos los problemas, pero la responsabilidad es personal”.
En esa línea, reiteró: “La toma de conciencia es fundamental. Nosotros ayudamos, pero la mochila es de cada uno”. Para combatir los malos hábitos, insistió en la necesidad de educación, prevención y controles sistemáticos. La adherencia al tratamiento y la consulta ante síntomas poco claros son, para Meretta, los pilares del abordaje de la enfermedad cardíaca.
Abordando la gestión de los infartos, Meretta destacó la importancia de actuar con rapidez: “Desde que empieza la molestia, hay que buscar que alguien haga un electrocardiograma en los primeros treinta minutos. Eso es lo ideal. Si se constata un infarto, hay que abrir la arteria de inmediato.” Explicó el trabajo de las “redes de infarto”, promovidas por la Sociedad Argentina de Cardiología y la Federación Argentina de Cardiología, que aspiran a organizar el sistema sanitario para mejorar la atención y los traslados en situaciones de emergencia.
“En Argentina, hay unos cuarenta mil infartos por año, pero no todos terminan en la muerte; sí falta una estadística precisa del desenlace de cada caso. Lo más importante son las pautas de alarma y la rapidez en la consulta”, expresó el cardiólogo. Insistió en que el tiempo es determinante: “El tiempo es crítico. El tiempo es músculo. El lema del Día Mundial del Corazón este año es ‘No pierdas ni un latido’”.
Meretta también se refirió a la tarea de las unidades de emergencia y señaló que toda persona debería saber realizar una correcta reanimación cardiopulmonar (RCP): “Las ambulancias están entrenadas para atender estas situaciones, pero la RCP puede salvar muchas vidas antes de la llegada profesional”. Remarcó que, en caso de síntomas graves, llamar a una emergencia y no perder tiempo es vital.
Para concluir, el médico recalcó que la prevención, el tratamiento adecuado y la atención a las señales de alarma representan un círculo virtuoso a la hora de salvar vidas. “Hay que hacerse cargo. La clave está en la prevención, pero también en la adhesión al tratamiento y el chequeo sistemático. El corazón puede avisar de maneras silenciosas; escucharlo puede hacer la diferencia”.
Invitó a no bajar la guardia ante los síntomas y a impulsar una cultura preventiva, capaz de atravesar edades, géneros y fronteras: “La prevención no tiene horario ni edad. Informarse, controlarse y consultar a tiempo puede cambiar el curso de la enfermedad”.
Fuente: Infobae/Salud – Entrevista al Dr. Alejandro Meretta (MN 65.971) en el Día Mundial del Corazón.